Cuando en 1938 las audiencias vieron a una desconocida Hedy Lamarr acercándose a Charles Boyer en las falsas calles de una Algeria de estudio, nadie sabía quien era ni el legado que habría de dejar en Hollywood y en la historia de las telecomunicaciones.
Algeria fue la primera vez que Estados Unidos observó a Hedy Lamarr en la gran pantalla, sin embargo, Europa ya la había visto bajo el nombre (de nacimiento) Hedy Kiesler.
Hedy nació el 09 de noviembre de 1914 en Viena, Austria, hija de un banquero y una concertista de piano. Siempre se sintió atraída por el mundo artístico, y después de unos años, comenzó a actuar en teatros austríacos y películas checas y alemanas, siendo Éxtasis (1933) la que le hizo famosa, esto por la escena en la que hace un desnudo, el primero en la historia del cine.
A pesar de la fama que Éxtasis le dio, Hedy se encontró atacada por los medios, quienes la atacaron por haber aparecido (y en primer lugar, aceptado) desnuda en la película.
En consecuencia, Hedy se refugió en el teatro, hasta que conoció a Friedrich Mandl, un contrabandista de armas que vendía armamento a los líderes fascistas de Europa.
Hedy contrajo matrimonio con Mandl contra su voluntad y bajo la presión de su padre, quien pensó que el casamiento podría salvar a la familia del peligro que comenzaba a envolver a Europa.
Mandl resultó ser un marido abusivo, quien, en arranques de celos, solía encerrar a Hedy en el apartamento en el que vivían. Años después Hedy diría que esta etapa de su vida fue “esclavitud real”.
Un día, tras descubrir que Mandl rompió la promesa que le había hecho vendiéndole armas a Hitler (quien acababa de anexarle Austria a Alemania), Hedy decidió que no podía estar casada más con Mandl.
Después del descubrimiento, Hedy se vistió como su ama de llaves y, tomando ventaja del estado de ebriedad de Mandl, huyó de su casa y partió para Londres.
En Londres, conoció a Louis B. Mayer, la cabeza de los estudios MGM, quien se encontraba en la búsqueda de nuevas estrellas para su industria cinematográfica. Después de convencer a Louis que le diera un contrato, Mayer cambió su nombre de Hedy Kiesley a Hedy Lamarr.
Una vez en América, su primer papel fue en la película de 1938, Algeria, interpretando a Gaby, la amante de Pépé, personaje interpretado por Charles Boyer (quién después sirvió de inspiración para el personaje de los Looney Tunes, Pepe Le Pew).
Las audiencias amaron a Hedy y la convirtieron en una estrella de cine. Incluso fue nombrada “la mujer más hermosa del mundo” en 1940.
En 1941, los Estados Unidos entraron a la Segunda Guerra Mundial, hecho que preocupó en gran medida a Hedy.
A partir de ese momento, Hedy comenzó a participar en las campañas de recaudación de fondos para el ejército así como la venta de bonos de guerra, en lo que ella se convirtió en un éxito. A pesar de esto, Hedy sentía que no estaba dando suficiente, y después de escuchar sobre el hundimiento de un barco que traía niños refugiados, una idea le cruzó la mente.
Un día, después de oír una sinfonía en la que 4 pianos pasan el ritmo de uno a otro, Hedy llamó al compositor, George Antheil y le pidió su ayuda para desarrollar un sistema de comunicación.
Juntos comenzaron a trabajar y desarrollaron el Espectro Ensanchado por salto de frecuencia, un sistema que permitía el paso de comunicación entre un avión, un submarino y un torpedo, esto en un código que cambiaba constantemente, lo que servía para prevenir que inteligencias enemigas lograran interceptar la línea de comunicación.

Hedy tenía conocimientos en física desde la vez que estudió (sin terminar) una carrera en ingeniería en Viena, a la edad de tan sólo 16 años, además de la lectura que había realizado sobre libros de física y mecánica que tomaba de la librería de Mandl cuando este la encerraba en el departamento.
Lamarr y Antheil enviaron su trabajo a la Armada de EE. UU., quienes no estaban convencidos del invento debido a la carrera de Hedy como actriz. Inclusive, Hedy tuvo una entrevista con un alto rango de la Armada, quien rechazó el proyecto y le “sugirió” que en su lugar continuara vendiendo bonos de guerra. El invento fue después usado por la armada, quienes conservaron los planos del proyecto, pero Hedy no fue notificada ni reconocida.
En la década de los 90s, cuando Hedy se enfrentaba a problemas económicos y Hollywood la rechazaba por no ser más joven, la redención vino.
Las empresas de comunicaciones se encontraban buscando la clave para conseguir un sistema de comunicación inalámbrico, y su búsqueda los llevo al Espectro Ensanchado por salto de frecuencia, que se encontraba registrado bajo el nombre de Hedy.
Las compañías compraron la patente y Hedy logró resolver sus problemas financieros hasta su fallecimiento en el 2000, 14 años antes de que su nombre entrara en el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
La historia de Hedy Lamarr siempre me ha fascinado y me ha hecho gran fanático de su trabajo, tanto cinematográfico como científico, y algo que me puso emocional fue escuchar el mensaje que dejó grabado para uno de sus hijos, en el que lee “Los Mandamientos Paradójicos” de Kent M. Kaith, en el que dice:
Dale al mundo lo mejor que tienes y te golpearán en la cara. Dale al mundo lo mejor que tienes de todas formas.